En el marco de los instrumentos financieros, existen numerosas opciones que cautivan a los inversores. Una de estas son las acciones preferentes, cuya singularidad y características peculiares merecen una mirada detallada.
¿En qué consisten?, ¿cuáles son sus principales particularidades legales?, ¿en qué se diferencian respecto a las acciones ordinarias? Todas estas cuestiones serán analizadas a continuación. La idea es que los interesados estén mejor preparados para tomar decisiones inteligentes y bien pensadas.
¿Qué son las acciones preferentes?
En la actualidad, es posible conseguir un buen número de soluciones financieras que se adapten a las circunstancias particulares de cada inversor. Las acciones preferentes representan una clase especial de valores, que combinan características de las ordinarias y de los bonos.
En esencia, son instrumentos financieros que otorgan a sus beneficiarios ciertos privilegios y ventajas exclusivas. Cabe destacar que las acciones preferentes no confieren derecho a voto en las decisiones corporativas de la empresa. Esto implica una menor influencia directa en las decisiones estratégicas.
No obstante, su atractivo radica en su preferencia en el pago de dividendos, así como en la distribución de los activos en caso de que se produzca la liquidación de la empresa. Se encuentran en un punto intermedio entre la deuda y la equidad. En definitiva, una opción híbrida para los inversores.
¿Por qué deberías optar por las acciones preferentes?
Las inversiones de crecimiento siguen en alza. Por eso, los inversores apuestan por las acciones preferentes como una elección ventajosa. Por lo general, reciben un flujo de ingresos predecible y regular, incluso en tiempos de incertidumbre económica.
Esto es especialmente atractivo para aquellos inversores que buscan una combinación de rendimiento y tranquilidad. Además, los valores preferentes ofrecen la oportunidad de obtener rendimientos más llamativos que los bonos tradicionales.
Se sitúan en un punto intermedio. Otorgan rendimientos más estables y consistentes que pueden superar a los bonos de deuda corporativa.
En situaciones extremas, como la bancarrota, los titulares privilegiados tienen prioridad sobre los comunes para recuperar su capital inicial. Esto proporciona cierta protección en momentos de crisis y aumenta la confianza del inversor en el potencial de retorno de su inversión.
Características de las acciones preferentes
Las acciones preferentes tienen características distintivas que las diferencian de otros instrumentos de inversión. Estas peculiaridades determinan su atractivo y su posición en la jerarquía de pagos de una empresa.
A continuación, se detallan algunas de sus principales características:
- Prioridad en el pago de dividendos: Los titulares priorizados reciben dividendos antes que los accionistas ordinarios, lo que les otorga una ventaja en cuanto a la distribución de beneficios.
- Derechos limitados de voto: Los accionistas privilegiados suelen tener derechos de voto limitado o nulo en las decisiones corporativas de la empresa.
- Posición preferida en caso de liquidación: En situaciones extremas (la liquidación de una empresa, por ejemplo), los accionistas con dividendos exclusivos tienen prioridad para recuperar su inversión inicial.
- Rendimientos fijos o variables: Las acciones preferentes pueden ofrecer un dividendo fijo que se establece en el momento de emisión. También puede ser uno variable que se ajusta según el desempeño financiero de la empresa.
- Convertibilidad: Algunas preferentes tienen la opción de convertirse en títulos ordinarios bajo determinadas condiciones. Esto le permite a los inversores aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Beneficios de las acciones preferentes
El rendimiento preferente ofrece una serie de ventajas a los inversores dentro del dinámico entorno financiero. Pueden ser un factor decisivo al considerar su inclusión en una estrategia de inversión. Estos son sus principales beneficios:
- Estabilidad de ingresos: Los accionistas con títulos privilegiados disfrutan de un flujo de ingresos más estable en comparación con las acciones ordinarias. Gracias a su preferencia en el pago de dividendos, los inversores pueden contar con un rendimiento predecible y regular.
- Prioridad en el reparto de beneficios: En la distribución de los dividendos, la prioridad es para los que tienen una posición privilegiada. Esto significa que recibirán primero los pagos, lo que proporciona una ventaja adicional en términos de distribución de ganancias.
- Protección en caso de liquidación: Estos titulares suelen recuperar su inversión de inmediato. Esto les otorga una posición más segura y un mayor grado de protección.
- Potencial de crecimiento: Algunos títulos privilegiados ofrecen la opción de convertirse en acciones ordinarias bajo ciertas condiciones. Esto permite a los inversores participar en el potencial de crecimiento de la empresa y aprovechar las oportunidades de valorización.
¿En qué se diferencian de las acciones ordinarias?
Las acciones preferentes y ordinarias son 2 tipos de instrumentos de inversión con características y derechos distintos:
- Los de la categoría de ordinarios tienen derecho a participar y votar en las decisiones corporativas de la empresa. Por su parte, los preferentes generalmente carecen de este derecho o votan de manera limitada. Esto implica que los titulares con privilegios tienen una influencia reducida en las decisiones estratégicas de la empresa.
- Los accionistas preferentes tienen prioridad sobre los accionistas ordinarios en el reparto de dividendos. Esto significa que antes de distribuir las ganancias de la empresa debe cumplir con sus obligaciones hacia los titulares priorizados.
- En caso de que sea necesario liquidar la empresa, los privilegiados recuperan su inversión inicial primero. Esto les otorga una posición privilegiada en la recuperación de activos en situaciones extremas.
- El rendimiento preferente suele ofrecer un porcentaje fijo de la ganancia sobre los que tienen títulos ordinarios. Esto proporciona a los inversores una mayor previsibilidad en cuanto a los ingresos generados por sus inversiones.
¿Cómo tributan las acciones preferentes?
En España, las acciones preferentes están sujetas a un régimen fiscal que determina cómo se gravan y tributan los rendimientos generados por estas inversiones.
Los dividendos percibidos por los titulares privilegiados están sujetos a la tributación del Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Estas ganancias se consideran rendimientos del capital mobiliario y se integran en la base imponible general, gravados según las escalas progresivas del impuesto.
Por otro lado, las empresas emisoras están obligadas a retener un porcentaje de los dividendos antes de ser distribuidos a los que tienen títulos con privilegios. Esta retención actúa como un pago a cuenta del impuesto en conformidad a la legislación fiscal vigente.
Existe la posibilidad de aplicar una exención fiscal en el IRPF por los dividendos reinvertidos en la adquisición de nuevas acciones preferentes u ordinarias de la misma entidad emisora. Para beneficiarse de esta exclusión, se deben cumplir ciertos requisitos establecidos en la normativa fiscal.
Hay que tener en cuenta que las leyes fiscales pueden sufrir modificaciones a lo largo del tiempo. Se recomienda consultar con un asesor financiero o fiscal para obtener información actualizada y específica sobre la tributación.