
Los depósitos a plazo fijo son un producto de ahorro. Aquí, en una cuenta se deposita dinero durante un tiempo determinado para que este depósito resulte rentable. Durante este periodo se entrega la custodia del capital a una entidad financiera. A cambio, se recupera el dinero junto a los intereses generados durante el tiempo que se haya establecido.
Pero ¿cómo funciona este producto financiero? ¿Qué ocurre si se saca el capital antes de la fecha fijada? En este artículo respondemos algunas de las dudas más frecuentes que surgen acerca del depósito a plazo fijo. Responderemos qué es, cuáles son sus principales ventajas, cuánto es el interés a plazo fijo y si existe algún riesgo.
¿Qué es un depósito a plazo fijo?
¿Qué es un plazo fijo? Podría decirse que es una solución de ahorro que permite abonar un capital por un período fijo. Esto, según una tasa de interés o una fórmula de cálculo conocida de antemano. Aclarado lo que es una cuenta a plazo fijo puede afirmarse también que en la actualidad es una solución muy utilizada a corto y medio plazo.
Es una forma de invertir el dinero, inmovilizándolo durante un período que va desde un mes hasta algunos años (por lo general de 1 a 4 años).
En concreto, el cliente presta su dinero a una entidad financiera en concreto, que abona este préstamo. Después, se invierte el capital por un período que puede ser a muy corto plazo (mínimo 1 mes) o medio (3 años, por ejemplo) que se defina con la entidad financiera.
Esta entidad regularmente ofrece una tarifa que es negociable. La tasa de remuneración varía según las sumas invertidas, la duración y las tasas practicadas en el mercado monetario. En todos los casos, es una inversión segura, ya que las tasas están garantizadas desde el principio.
Hay que destacar que este tipo de depósitos son ventajosos siempre que el cliente bloquee sus gastos en esta cuenta durante un período determinado. Para asegurar que la remuneración sea significativa, es necesario dejar estos ingresos durante varios años en su cuenta a plazo.
¿Cómo funciona un depósito a plazo fijo?
A diferencia de una cuenta de ahorro regular, que permite tantos depósitos y retiros como se desee, la cuenta a plazo es una inversión rígida. Por un lado, solo es posible un pago inicial, en el momento de abrir la cuenta. A partir de entonces, no se podrán añadir fondos a la libreta.
Por otro lado, esta cuenta prohíbe cualquier retiro hasta el vencimiento. Los fondos están bloqueados. Esto significa que no se puede utilizar el capital para satisfacer una necesidad de efectivo única o para colocar el dinero en otro lugar.
Cualquier abandono equivale a un cierre del contrato, lo que da lugar al inicio de una sanción. En la mayoría de los casos, esto toma la forma de una reducción en la tasa de remuneración (Por ejemplo, 1,5% en lugar de 2% si se realiza un retiro en dos tercios de la duración prevista del contrato).
Es importante tener en cuenta que cada entidad puede aplicar la sanción de su elección, con importantes variaciones en la práctica. Por lo que se debe obtener toda la información con mucha antelación antes de dar inicio al contrato.
¿Qué ocurre si saco dinero antes de la fecha de vencimiento?
Cuando tienes una cuenta de depósito a plazo fijo es importante mantener el capital depositado durante el tiempo que se haya establecido.
Si por el motivo que sea necesitas retirar ese dinero, el banco aplicará una penalización que puede variar de una entidad a otra. Puede ser desde una multa hasta una comisión por cancelación sobre los intereses pendientes, rebaja de intereses o comisión sobre los intereses generados.
¿Cuándo es conveniente contratar un depósito fijo?
Los casos más convenientes para contratar un depósito a plazo fijo son aquellos en los que el contexto económico de su entorno social no es el más estable. Esto sirve como una buena manera de proteger tu capital y aumentarlo.
También es conveniente para pequeños ahorradores que tengan una base de dinero sobre la que quieran sacar una rentabilidad.
¿Cómo tributan los depósitos a plazo fijo?
Para estos casos en particular, la tributación solo afecta a las ganancias obtenidas de los intereses. Cuando una persona tenga que hacer la declaración de la renta, tiene que indicar la cantidad de intereses que obtuvo con su depósito de plazo fijo. Según la cantidad de ganancia que hayas obtenido, va a tributar de distintas maneras:
- De 0 a 6.000 euros debe tributar 19%
- De 6.000 a 50.000 euros debe tributar 21%
- Más de 50.000 euros debe tributar 23%
No obstante, si las ganancias se mantienen en menos de 6.000 euros, no hay de qué preocuparse. Será la misma entidad financiera la que se encargue de aplicar la retención sobre los intereses recibidos.
Ventajas de los depósitos fijos
La cuenta a plazo fijo presenta algunas ventajas. Sus plazos los fijan los bancos, que aplican un tipo de interés a su conveniencia, mucho más atractivo que las libretas reguladas. Generalmente, es una inversión sin riesgo, con capital garantizado, cuyo funcionamiento es similar al de una cuenta de ahorro clásica.
Estas son algunas de sus otras ventajas:
- Las entidades financieras ofrecen términos y cantidades flexibles.
- Las instituciones están aseguradas por las autoridades, por lo que el capital está bien resguardado.
- Cuenta con un riesgo de inversión bajo.
- Ofrecen mejores rendimientos en las cuentas de ahorro.
- Mayor rentabilidad.
- Rapidez en la contratación.
- Se puede conocer de antemano cuáles serán las ganancias a invertir en ese fondo.
- Son productos sencillos que no requieren conocimientos avanzados sobre inversiones.
¿Existe algún riesgo en los depósitos fijos?
Aunque los depósitos fijos ofrecen muchas ventajas, no están exentos de tener puntos negativos.
Primero, estos instrumentos tienen una liquidez limitada. De hecho, el titular no tiene la posibilidad de acceder a su dinero de manera fácil en comparación con una cuenta de ahorro tradicional. Además, para retirar el dinero, la persona estará obligada a pagar una multa por mora.
De manera similar, las tasas que ofrecen pueden ser inferiores a la tasa de inflación. En este sentido, el dinero invertido puede perder su poder adquisitivo durante la vida de la inversión.
Aun así, las desventajas de estas herramientas son menores y suelen compensarse en gran medida con las diversas ventajas que ofrecen.