Iniciar y mantener una empresa requiere de la ayuda de unos recursos propios, que no siempre están disponibles. Ocasionalmente, es necesaria la ayuda de financiación externa. Según el IX Informe sobre la financiación de las pymes en España, existen unas 3,5 millones de pymes en este país, y el 34,8% han tenido que recurrir a fuentes de financiación externas. Si se observa a las pymes con más de 10 empleados, el porcentaje incrementa hasta el 59,5%.
Actualmente, existen muchas fuentes de financiación externa que se pueden usar para sufragar las actividades de una compañía. A continuación, se revelan todos los detalles sobre la financiación externa.
Qué es y en qué consiste la Financiación Externa
Una fuente de financiación externa consiste en todos aquellos recursos económicos que un negocio puede conseguir de su entorno, con la finalidad de invertirlo en desarrollar nuevos proyectos. Por ejemplo, la financiación externa puede proceder de bancos, inversores u otras entidades que prestan una cuantía monetaria a las empresas para que logren ampliar su capital y, por tanto, cubrir sus necesidades de inversión.
Sin embargo, a diferencia de las fuentes de financiación internas, que provienen de recursos propios de la empresa, el capital de la financiación externa se debe devolver a su emisor.
Tal y como indica el informe anteriormente citado, la mayoría de las pymes requieren de financiación externa para subsanar gastos de circulante (67,5%), mano de obra (28,1%), inmuebles (11,2%) o innovación (2,7%). En cambio, únicamente el 1% de las pymes necesitan financiación externa para expandir su negocio nacionalmente, mientras que el 0,2% la emplea para expansión internacional.
Tipos de Fuentes de Financiación Externa
Combinar porcentajes de financiación externa e interna puede resultar la mejor solución para el correcto desarrollo y funcionamiento de una empresa. Sin embargo, un modelo de negocio con un elevado porcentaje de financiación externa puede provocar riesgos de deudas. Actualmente, existe una amplia variedad de fuentes de financiación externa a las que las compañías pueden recurrir. Principalmente, se dividen en dos grupos:
- Según el plazo de devolución: la deuda adquirida se clasifica según el tiempo que transcurre hasta que se consigue devolver todo el capital. De este modo, pueden ser:
- A corto plazo: fuentes de financiación a corto plazo son aquellas que se establecen en un período de un año o menor.
- A largo plazo: cuando el período de devolución se alarga más de un año, se denominan fuentes de financiación a largo plazo.
- Según el plazo de devolución: la deuda adquirida se clasifica según el tiempo que transcurre hasta que se consigue devolver todo el capital. De este modo, pueden ser:
- Según el origen: se pueden clasificar en función de su origen- Mientras que las fuentes internas proceden del capital propio, las denominadas también autofinanciación, las externas son aquellas que provienen de fondos ajenos a la empresa.
Financiación Externa Propia
Existen muchos modos de conseguir capital externo. No obstante, antes de recurrir a cualquiera de ellas, se debe tener en cuenta el modelo de negocio, la cantidad necesaria, el plazo de amortización, los intereses, el período de tramitación y el riesgo. A continuación, se detallan algunos ejemplos de fuentes de financiación externa a las que las compañías pueden recurrir de forma habitual.
Créditos
Según el IX Informe de financiación de la pyme en España, las líneas de crédito siguen siendo la opción más recurrida en las pymes españolas, con un 20,5% de afiliados. Las funciones de los créditos son similares a las de las tarjetas de crédito, ya que se dispone de un límite máximo de capital al que las empresas pueden recurrir.
Sin embargo, las líneas de crédito son fuentes de financiación externa con un tipo de interés bastante elevado. Por el contrario, ofrecen una gran flexibilidad para gestionar diversos problemas e inconvenientes de liquidez a corto plazo, por este motivo, se suelen emplear como maniobra en caso de emergencia.
Préstamos Bancarios
Por otro lado, el 20,4% de las pymes siguen solicitando préstamos bancarios para financiarse de manera externa. Los préstamos bancarios son muy empleados para iniciar un nuevo proyecto, comprar nuevos equipos o ampliar la mano de obra de la compañía, entre otros motivos.
La entidad bancaria presta el total de la cuantía acordada entre las partes. Por tanto, la empresa tendrá que pagar mes a mes hasta completar la cuantía prestada. Además, es posible recurrir tanto a préstamos a corto plazo como a largo plazo.
Capital de Socios o Inversores Extranjeros
Existen otras formas de financiación externa que no exigen la devolución total del capital, uno de estos modelos es el capital de socios. La aportación de inversores externos permite ampliar el capital de la compañía sin la necesidad de endeudarse.
No obstante, la empresa sí debe hacer frente a algunos costes que supone la financiación externa de inversores. Estos inversores compran acciones de la compañía, a cambio de una rentabilidad futura de los beneficios generados. Por tanto, los beneficios o dividendos se deben repartir entre los inversores para mantener la confianza de los mismos.
Leasing y Renting
Uno de los modelos más innovadores de financiación es el leasing y renting. Ambas formas de financiación surgieron a principios del siglo XX, aunque no se extendieron hasta después de los años 60. Son un modelo de pago por uso, por ejemplo, es muy aplicable a la adquisición de recursos como maquinaria o vehículos.
Concretamente, los modelos de alquiler en los que se paga una cuota por hacer uso de los bienes materiales. El leasing es el alquiler con opción a compra, ocasionalmente es obligatoria, mientras que el renting solo se paga cuotas por el tiempo que se haga uso del bien material, no hay opción a compra y es obligatorio devolverlo.
Crowdfunding y Crowdlending
El crowdfunding es otro modelo de financiación externa que ha surgido recientemente. En este caso, se construye una red colectiva para lograr financiación a través de internet. Para conseguir esta financiación se plasma la idea y se definen objetivos para lograr que los participantes empaticen con el proyecto.
Por otro lado, el crowdlending es muy similar al modelo crowdfunding, los participantes se convierten en inversores y las donaciones en préstamos, de esta forma la compañía obtiene capital de varias fuentes individuales. No obstante, la cantidad obtenida se tiene que devolver con ciertos intereses.
Factoring y Confirming
El factoring permite que las compañías dispongan de liquidez haciendo uso de las facturas impagadas. Con este modelo, las empresas llegan a un acuerdo con las entidades financieras para que estas adelanten el pago de las facturas a cambio de una comisión.
Por su parte, el confirming también es un producto financiero, las empresas entregan la administración integral de los pagos a sus proveedores a una entidad bancaria.
Capital Riesgo
El capital de riesgo es un modelo de financiación para las empresas más innovadoras. Normalmente, estas compañías necesitan de altas inversiones iniciales y tienen un alto riesgo. Las empresas de capital de riesgo, son intermediarias entre inversores y emprendedores, invierten en las startups, asesoran y facilitan contactos para expandir el negocio.
Bonos y Obligaciones
Las empresas también pueden conseguir fuentes de financiación externa a largo plazo con los bonos y obligaciones. Son solicitudes de préstamos a particulares que quedan garantizadas a su vez por una entidad bancaria.
Subvenciones Públicas
Por último, no se puede dejar de mencionar a las subvenciones públicas aportadas por las autoridades autonómicas, municipales o nacionales.