En los últimos años ha incrementado la popularidad de tomar decisiones de inversión relacionadas con el medioambiente, las energías verdes o con proyectos sociales. Tanto es así que, según OFISO, tan solo en España se alcanzó una cifra superior a 33.000 millones de euros en 2020.
Este tipo de financiación es conocida como finanzas sostenibles, una apuesta para apoyar el cambio hacia un futuro más sostenible. Esta herramienta se ha convertido en un potente movimiento que está liderado por reguladores, inversores institucionales y gestores de activos a nivel mundial. Destaca por inversiones a largo plazo en actividades y proyectos sostenibles.
Descubre qué es la financiación sostenible exactamente, todos sus tipos y los requisitos clave que se exigen para poder beneficiarse de esta herramienta. Te contamos todas las claves.
Tipos de Financiación sostenible
¿Qué es la financiación sostenible? Este tipo de finanzas se definen como decisiones de inversión que tienen en cuenta los factores ambientales, sociales y crecimiento inclusivo de una actividad o proyecto económico.
Los factores ambientales incluyen la mitigación de la crisis climática o el uso de recursos sostenibles. Por otro lado, los sociales incluyen los derechos humanos y animales, así como la protección del consumidor y diversas prácticas de contratación. Los factores de crecimiento inclusivo se refieren a la gestión, las relaciones con los empleados y las prácticas de compensación de las organizaciones públicas y privadas.
Las grandes corporaciones son la mayor fuente de financiamiento relacionado con la sostenibilidad, pero los bancos también proporcionan una significativa cantidad de recursos financieros para inversiones ecológicas.
Además, los gobiernos nacionales determinan la cantidad de fondos públicos destinados a inversiones verdes, así como el apoyo institucional para las mismas. Las organizaciones internacionales, como la ONU, solo proporcionan financiación limitada, pero establecen la agenda sobre cuestiones de sostenibilidad a nivel internacional y ayudan a coordinar las fuentes de financiación.
Préstamos y bonos sostenibles
Los instrumentos financieros que se utilizan para este tipo de financiación son principalmente dos: préstamos y bonos.
Un préstamo es una transferencia de dinero de un banco a una empresa o individuo, mientras que un bono es una transferencia de dinero público a una empresa que emite el bono. Los bonos generalmente involucran grandes sumas de dinero y pueden ser comprados por el público en general.
Por un lado, los conocidos como préstamos verdes, estos se destinan a los proyectos relacionados con la sostenibilidad ambiental, como el tratamiento de residuos, las energías renovables o el transporte limpio.
Además, existen otro instrumento relacionado conocido como los préstamos vinculados a ESG. Estos tienen la diferencia de que, a pesar de ir ligados con tener un buen impacto en la estrategia de sostenibilidad de las empresas que los reciben, no es necesario que estos proyectos estén relacionados de forma directa con la sostenibilidad. Sin embargo, está obligada a demostrar su compromiso y una serie de beneficios asociados a ella.
Por último, los bonos verdes son otros de los instrumentos financieros que están destinados únicamente a proyectos sostenibles. En definitiva, en qué se va a destinar ese capital es lo que los diferencia de los bonos comunes.
Este tipo de bonos verdes suelen ser comprados por diferentes tipos de inversionistas, como los gestores de activos, bancos y empresas que avanzan hacia una inversión responsable. Además, los inversionistas socialmente responsables que tienen criterios éticos y ambientales para tomar decisiones de inversión o inversionistas verdes que apuestan por proyectos que reducen el cambio climático.
Condiciones de este tipo de financiación
Este tipo de financiación se diferencia de la tradicional en qué se exige a los proyectos que quieren beneficiarse de ella a cumplir ciertos criterios ligados a la sostenibilidad.
Los préstamos y bonos sostenibles tienen una serie de requisitos que se deben cumplir que están marcados por la Loan Market Association. Algunas entidades como la Asociación Internacional de Mercados Capitales están encargadas de vigilar que se cumplen los criterios, tanto por parte de los inversionistas como de las organizaciones emisoras.
En primer lugar, es necesario declarar en qué proyecto se van a utilizar los fondos de los bonos verdes. Para ello, se debe informar sobre los objetivos de sostenibilidad ambiental para poder entrar al proceso de evaluación. Tras analizar con exhaustividad las claves del proyecto se pasa a seleccionarlo.
Además, durante todo el proceso se requiere información sobre la gestión de los fondos. Esto incluye la emisión de un informe anual con la recopilación de los proyectos a los que se han asignado los fondos del bono. Este informe debe llevar una breve descripción de los proyectos y las cantidades asignadas a cada uno.
En definitiva, esta financiación se concede a las empresas u organismos públicos que demuestran políticas sólidas en materias sociales y medioambientales.
¿Necesitas financiación?
Ahora ya conoces todas las claves sobre la financiación sostenible, desde los tipos que existen hasta las condiciones de esta herramienta financiera. Si tienes cualquier duda o pregunta al respecto puedes contactar con nuestro equipo de profesionales, estarán encantados de ayudarte.
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