
Los fondos de inversión monetarios son muy utilizados por las empresas o inversores para gestionar sus necesidades de efectivo a corto plazo. Como se trata de un modelo financiero de renta fija, permite centrar el destino de las carteras de inversión a diversos mercados monetarios.
Se caracteriza por tener vencimientos cortos y riesgos crediticios mínimos. Permite obtener de los tipos de intereses, la rentabilidad de la evolución positiva.
En este artículo explicamos todo lo relacionado con el fondo monetario, qué es, cómo se invierte en él, los tipos de fondos, ventajas y riesgos.
¿Qué es un fondo monetario y cómo se invierte en él?
Los fondos del mercado monetario pertenecen a una categoría de fondo de inversión en el que se reúne dinero de varios inversores con intereses similares y compran valores. Por lo general, se trata de activos a corto plazo.
Estos activos se materializan en créditos a corto plazo, efectivo o cualquier otro activo que pueda convertirse en dinero. Siempre, con fechas de vencimiento inferiores a los 12 meses.
Los gestores de fondos son los que manejan este tipo de instrumento financiero. Cada inversionista conserva la propiedad de los valores que coloca en el fondo.
Este modelo asegura una amplia gama de oportunidades de inversión, administración profesional y las tarifas más bajas a sus inversionistas.
Por lo general, está pensado para un tipo de inversor con estilo conservado. Alguien que prefiera mantener una rentabilidad acorde a los tipos de intereses del mercado monetario y que le permita preservar su capital. Pese a que tienen menor riesgo, no se puede obtener una gran rentabilidad, a diferencia de los fondos de renta fija y variable.
Para invertir en ellos, por lo general se acude a una red de fondos monetarios que ponen a disposición las entidades comercializadoras. Se suelen identificar al añadir en su denominación frases como “money market”, “liquidity”, “cash”, “monetario”, entre otros términos.
El procedimiento es similar al de cualquier otro mercado monetario y de capitales. La diferencia es que al estar el patrimonio invertido en activos líquidos, el proceso de suscripción y reembolso es mucho más rápido.
Tipos de fondo monetario
Hay una variedad de opciones de inversión disponibles. En general, se pueden agrupar en cuatro grandes categorías:
- Fondos del mercado monetario: Se utilizan para inversiones a corto plazo de alta calidad y bajo riesgo. Al ofrecer estabilidad, riesgo mínimo y preservación del capital, garantizan rendimientos en forma de ingresos de intereses mensuales regulares. Estos suelen ser más altos que los de una cuenta bancaria tradicional.
- Fondos de renta fija: Cuando se invierte en este tipo de valores, como hipotecas, bonos y acciones preferentes, pueden proporcionar una fuente de ingresos predecible y ayudar a preservar el capital. Se pueden utilizar también como una forma de establecer una cartera de inversiones diversificada.
- Fondos mixtos: Tienen una combinación de acciones, renta fija e inversiones del mercado monetario. El gestor de cartera ajusta la combinación de activos según el objetivo del fondo y su visión de la economía. Los inversores reciben retribución en forma de intereses, dividendos y ganancias de capital.
- Fondos de renta variable: Invierten en acciones de empresas públicas. Estas varían en tamaño, de grandes a pequeñas. También pueden centrarse en empresas de determinados sectores, como la energía, el oro o las finanzas. Estos fondos son ideales para inversores que buscan un crecimiento potencial a largo plazo.
¿Cómo es la fiscalidad en un fondo de inversión monetario?
La fiscalidad de fondos monetarios no presenta ninguna variación respecto a otros fondos de inversión. El procedimiento es el mismo. Los contribuyentes deben incluir dentro de su base imponible del ahorro todos los incrementos que provengan de los reembolsos de los fondos al tipo marginal que corresponda.
Ventajas de los fondos de inversión monetarios
Invertir en los mejores fondos monetarios trae consigo algunos beneficios y ventajas como las que presentamos a continuación:
- Diversificación: La mayoría tienen docenas o incluso cientos de valores. Los administradores a menudo distribuyen los activos del fondo en más de un tipo de inversión. Esto expone a un menor riesgo potencial que comprar solo unos pocos valores individuales.
Si algunas de las participaciones del fondo tienen un desempeño deficiente, pueden verse compensadas por otras que tienen un buen desempeño (aunque la diversificación no puede garantizar una ganancia o asegurar una pérdida).
- Administración profesional del dinero: Cuando se compran acciones de forma activa en un fondo monetario, parte de lo que se paga es la experiencia del administrador del fondo. Este analiza cientos de valores (tanto las tendencias actuales como las previstas) y toma decisiones sobre qué y cuándo comprar y vender.
- Pequeñas cantidades de inversión: Según las reglas del fondo, se puede abrir una cuenta y hacer contribuciones posteriores con una inversión inicial muy pequeña. Incluso, se pueden configurar inversiones automáticas a través de una transferencia de fondos desde la cuenta bancaria del inversionista.
- Liquidez: Se consideran inversiones líquidas porque las unidades pueden canjearse a medida que surja la necesidad de tener el dinero disponible dentro de dos días hábiles. Se recibe el precio basado en el valor unitario al final del día que se vende.
Por supuesto, este tipo de fondos no son inversiones garantizadas. El precio de todas las acciones puede cambiar diariamente. Se recibirá el valor actual de las acciones cuando se vendan, que puede ser más o menos a lo que se pagó.
Hay riesgos en los fondos de inversión monetarios
Como toda inversión, este tipo de fondos no está exento de riesgos. Uno de los principales, tal y como ocurre con la renta fija, es la evolución de los tipos de interés. En algunos casos, puede haber una pérdida del valor del dinero, lo que significa una evolución negativa de los tipos de interés.
No se puede saber cuánto se ganará con la inversión a medida que se desarrolle a futuro. La tasa podría subir o bajar. Si sube, es bueno. Sin embargo, si baja y se gana menos de lo esperado. Es posible que termines necesitando más efectivo para alcanzar los objetivos.
Este riesgo existe con otras inversiones en valores, pero vale la pena tenerlo en cuenta si se están buscando rendimientos predecibles.