Los mercados internacionales comenzaron a expandirse a finales de los años 50 y principios de los 60. En estos inicios las empresas necesitaban unos periodos de crédito que tradicionalmente superaban los 90 y 180 días laborales. Ante este panorama, comenzaron a superarse las exportaciones de bienes de capital y las dirigidas al Este de Europa. Para exportar en estas ubicaciones europeas eran necesarias unas fuentes de financiación distintas a las utilizadas en el resto del mundo. Por ello, comenzó a implantarse la modalidad de financiación forfaiting.
Al igual que el leasing o el factoring, el forfaiting es una modalidad de financiación que permite a pequeñas y medianas empresas disponer de la liquidez necesaria para continuar con su negocio. La principal diferencia con estos otros modelos de financiación reside en la modalidad de las empresas que utilizan el forfaiting.
Por lo general, el forfaiting se utiliza principalmente por las empresas de exportación o de financiación de bienes de equipo. Este producto financiero es muy asiduo entre los bienes de intermediarios o de consumo.
Las empresas exportadoras que contratan forfaiting a una entidad bancaria reciben un adelanto por las ventas aplazadas o de sus clientes extranjeros. Para ello, utilizan diversas fórmulas como los créditos comerciales o documentos de pago, como pagarés.
Cómo funciona el forfaiting
Las operaciones de forfaiting se llevan a cabo siguiendo estos pasos:
- El exportador alcanza un convenio de compraventa con la empresa importadora.
- El exportador busca una entidad financiera o bancaria para negociar las condiciones de su servicio de forfaiting. Debe acordar la moneda o divisa, el plazo temporal, avalistas e importe total.
- Envío de la mercancía por parte del exportador. Se intercambian los efectos comerciales determinados. En este paso, la entidad financiera o bancaria de referencia envía los efectos al exportador y se implica a modo de intermediario.
- Los efectos comerciales firmados se ceden a la entidad financiera o bancaria acordada.
- La entidad paga al exportador respetando los términos acordados en un primer convenio.
- En la fecha establecida como límite, la entidad presenta las exigencias de cobro.
El incremento de la actividad exportadora en España ha llevado consigo un aumento del recurso de forfaiting. Son muchas las entidades bancarias que ofrecen este producto financiero entre sus servicios. Uno de los requisitos más representativos para contratar forfaiting en España es contar con un avalista, es decir, con una entidad que asuma el riesgo. En España se suele encargar de esta función el sector público con un amplio respaldo.
Entre los avalistas del sector público destaca el CESCE, la agencia de crédito a la exportación. Está institución ofrece la Póliza Abierta de Seguro de Factoring. Con ella, aseguran el riesgo que asumen los bancos, cajas o cooperativas de crédito.
Partes que intervienen en el forfaiting
En este tipo de financiación intervienen varios agentes:
- Empresa exportadora solicitante. Es la compañía que realiza el trámite de solicitud de transacciones en el exterior. La empresa exportadora solicita el cobro y traslada todos los riesgos a la entidad.
- Entidad bancaria o financiera. Actúa como intermediaria, ya que adquiere las obligaciones de pago, pero al mismo tiempo asume los riesgos de no recibir el cobro. Para la entidad bancaria puede suponer un alto riesgo, sobre todo, si no se conocen las legislaciones del país al cuál va dirigida la mercancía. Además, el banco debe realizar una investigación exigente de las condiciones de liquidez en las que se encuentra la empresa importadora. No obstante, gracias a este producto o servicio las entidades financieras obtienen altos ingresos.
- Empresa importadora. Es la empresa compradora del producto y deudora del crédito a la entidad bancaria. La compañía importadora acepta las letras de cambio e imite los pagarés e importes determinados de la compra.
- Avalista del deudor. Esta figura no es una exigencia para contratar forfaiting. Sin embargo, sus funciones son relevantes, ya que puede existir un riesgo elevado en el país de origen de la importación o simplemente el importe de la deuda es bastante elevado.
- Consejero: Es una figura mediadora entre las partes, para que todos los implicados en la operación cumplan con sus obligaciones.
Ventajas del forfaiting
Las ventajas se pueden dividir teniendo en cuenta cada parte implicada:
Para las empresas exportadoras:
- Disponen de liquidez inmediata.
- Financiación completa de la operación.
- Se libran de cargas financieras.
- Reduce la carga administrativa de la empresa.
- No es necesario disponer de un seguro de crédito.
- Las empresas que deciden exportar, gracias al forfaiting pueden adoptar una estrategia comercial agresiva.
Para las empresas importadoras:
- Pueden ajustar los pagos según sus previsiones de ingresos.
- El importador conoce todos los detalles de la operación y puede acceder al crédito en divisas para eliminar riesgos considerados.
- Tipo de interés fijo a largo plazo.
Inconvenientes del forfaiting
Como todos los productos financieros el forfaiting también presenta unas desventajas. Se pueden conocer teniendo en cuenta las características de los implicados:
Para las empresas exportadoras:
- La empresa no asume los riesgos del impago, por tanto, los costes de la financiación son más elevados que otras operaciones bancarias.
- Las entidades bancarias implantan en todos sus servicios una serie de condiciones y comisiones de pago. Por lo general, las comisiones del forfaiting suelen ser muy altas, debido al alto riesgo que asumen los bancos.
Para las empresas importadoras:
- Controles de cambio en algunos países. Este inconveniente dificulta las operaciones comerciales internacionales.
- En general, los importadores no suelen facilitar está transacción ni disponen de la garantía o aval suficiente para garantizar el éxito de la operación.
- Tipos de interés elevados. Las entidades se cubren para asumir los riesgos de la operación. Por este motivo, al igual que las empresas exportadoras, las importadoras también deben asumir tipos de interés elevados.
El forfaiting es una operación sin recursos, por ello, hay que asegurar las condiciones de los contratantes. De ahí, la necesidad de un análisis exhaustivo de la operación.