Invertir en oro consiste en comprar oro al precio que está en ese momento y venderlo por un valor mayor con el fin de conseguir, de este modo y con una simple operación, grandes beneficios.
En momentos de crisis económica, las inversiones en oro son un gran recurso para mantener el valor del dinero de la inversión sin riesgo a una devolución. Esta iniciativa suele ser muy demandada en épocas de irregularidades y dificultad económica.
Sin embargo, la inversión en oro no es únicamente rentable en épocas de crisis o dificultades económicas. Por contra, es eficiente en todo momento. Y es que, cada vez es más común observar el aumento del valor de este metal precioso derivado del crecimiento de su demanda, por lo que su valor se mantiene casi siempre al alza.
No obstante, el valor del or o al alza no es sencillo que se mantenga estable, ya que no es regulado por ningún organismo o gobierno central: siempre depende de la ley de la oferta y la demanda. Por esta razón, la inversión en oro siempre es segura.
Importancia del oro como valor seguro o refugio
El oro es una inversión que se puede vender fácilmente, no hay que pagar ninguna comisión. De este modo, si el inversor necesita el dinero, puede ejecutar la venta rápidamente y recuperar su dinero. No obstante, como cualquier otra inversión, se recomienda no invertir todo el dinero disponible en oro, lo mejor es diversificar la inversión en diferentes tipos.
En cuanto al valor de la inversión, este metal precioso siempre genera beneficios (a la larga) debido a su continua alza del valor. Asimismo, la inversión no corre riesgo de pérdida y se minimizan los riesgos. Si se quiere invertir en este activo lo más recomendable es invertir un 10% o 20% en oro de lo disponible para inversión.
El oro se convierte en dinero efectivo de forma sencilla y rápida, ya que no cotiza en bolsa y se puede vender en cualquier momento sin depender del contexto económico. Además, no presenta inconvenientes sobre los impuestos, ya que no tiene cargas de IVA. Por tanto, se puede dictaminar que se recupera todo lo aportado en la compra.
Es importante señalar que el oro es un material noble, por ello, no se deteriora con facilidad, no se puede quemar ni dañar. No obstante, hay que conservarlo con cuidado y sin riesgos. Para invertir en oro no es necesario ser experto en inversiones, es una opción muy sencilla. El inversor únicamente debe adquirirlo, revisando que no contiene ningún daño y posteriormente, en el momento más preciso, venderlo para conseguir rentabilidad.
Ventajas de invertir en oro
Aunque no es una forma primaria de moneda, invertir en oro presenta una serie de ventajas muy significativas:
- Se puede convertir fácilmente en liquidez en cualquier parte del mundo. Su liquidez en efectivo es real y universal.
- El oro tiende a conservar su valor. Muchos economistas consideran que el precio del oro no es el correspondiente a su valor real. Incluso si el precio de mercado disminuye, el valor como tal continúa. Esto se produce, principalmente, por la cantidad fija de oro destinada a mercancías. En comparación, el dólar o el euro, son monedas fiduciarias y no tienen valor inherente.
- El oro aumenta su valor con la inflación. De este modo, en momentos de inflación, el oro ofrece una inversión más estable que el efectivo.
- Beneficioso para la diversificación de la cartera de inversiones. Invirtiendo un pequeño porcentaje en oro se consigue minimizar los riesgos generales de la inversión.
- El oro es una mercancía universal, por ello, la inversión se considera global.
El oro se emplea en la producción de múltiples productos, como son las joyas o dispositivos electrónicos, por esta razón, existe una demanda confiable que estabiliza el precio del mismo.
Inconvenientes
Es cierto, que el oro puede ser considerado una gran inversión por las razones anteriormente mencionadas. Pero también presenta una serie de inconvenientes:
- El oro no genera ingresos pasivos. Otras inversiones, como las acciones, pueden derivar parte de su valor a ingresos pasivos, por ejemplo: intereses y dividendos. El oro por su parte, únicamente genera ingresos o rentabilidad cuando aumenta su valor y el inversor decide venderlo.
- Necesita almacenamiento físico y seguro. Si se opta por comprar oro físico real, es necesario tener un dispositivo seguro. De lo contrario, puede ser reemplazado, dañado o robado.
- Los impuestos sobre las ganancias son más altos. Las tasas impositivas sobre las ganancias de capital se sitúan en torno al 28%, mucho más elevada que la tasa ordinaria de las ganancias convencionales, 15%.
- El aumento en el valor del oro coincide con la devaluación de la moneda local.
Cómo invertir en oro
Lo más común a la hora de invertir en oro es pensar en comprar lingotes físicos. Realmente, hay otras alternativas más flexibles para invertir en oro que nada tienen que ver con adquirir físicamente el material. Cada opción tiene una serie de ventajas y desventajas, lo esencial es comprender cómo funciona y qué se obtiene en cada caso. Estas son las alternativas para invertir en oro con productos financieros:
Invertir en oro físico
Desde lingotes, hasta monedas, pasando por joyas de oro de más de 24 quilates… Hay muchas maneras de comprar oro físico. Cada una de las opciones cuenta con una serie de particularidades:
- Monedas: su valor es doble. Por un lado, se revaloriza el oro con el que está fabricada la moneda. Por otro lado, el valor se cuantifica teniendo en cuenta el valor numismático de la moneda. En este sentido, cada moneda tiene su propio valor y cotiza por el porcentaje que posee.
- Joyería: invertir en joyas de oro es una alternativa semejante a la numismática. No obstante, el valor de las joyas no siempre es proporcional al del oro. Depende de la proporción de metal que incluye y su calidad.
- Lingotes de oro: es la opción más habitual dentro de la compra física de oro. Se compran lingotes de oro para almacenarlos y venderlos cuando llegue el momento preciso. Sin embargo, esta inversión cuenta con un inconveniente muy significativo, el almacenamiento. No se recomienda guardar el lingote en la vivienda. Por esta razón, surgieron plataformas encargadas del proceso de almacenamiento y venta del lingote en el momento más idóneo.
ETFs de oro
Los ETFs sobre oro son una alternativa al oro físico, se enfoca en una inversión a corto plazo. Los fondos cotizados sobre oro intentan replicar la conducta del oro en el mercado de las materias primas. Es una de las maneras más fiables de invertir en oro sin comprar físicamente el material.
Fondos de inversión en oro
Los fondos de inversión sobre oro invierten en la materia y en todo lo vinculado a ella. Se trata de una alternativa con mayor grado de diversificación que la inversión directa en oro. El gestor del fondo compra acciones de negocios mineros y otros relacionados con la extracción de oro (puede invertir en ETFs y otros derivados), aunque por lo general, no replica el comportamiento del oro como ocurre con los ETFs directos.
Momento actual para invertir en oro
El oro tiene un gran componente cíclico. Su comportamiento mejora en fases de inflación alta o cuando baja el valor del dólar. De este modo, el valor del oro tiende a subir cuando existe un temor general de recesión económica, generalmente, acaba afectando a la caída de la bolsa.
A lo largo del año, hay meses que el precio del oro sube y otros que baja. En este sentido, hay que estar atento a los movimientos de la economía, ya que es mejor comprar oro en determinados meses. Los primeros meses del verano son buenos para adquirir oro, en cambio, en los meses de invierno su precio aumenta.
Actualmente, con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los inversores han comprado oro como valor refugio. Como consecuencia de este conflicto, el precio del oro se ha elevado considerablemente y en marzo de 2022 llegó a los 2.000 dólares por onza.
¿Es rentable invertir en oro? Respuesta definitiva
Sin duda, es la pregunta más concluyente de todo el tema. La rentabilidad que ofrece el oro depende de dos factores: el momento de la compra y la venta, especialmente si el inversor se decanta por la compra de oro físico. Por ejemplo, da igual que el oro haya subido un 10% este año, ya que el inversor puede venderlo dentro de unos meses, aumentando su valor un 20%.