
La deuda subordinada es un instrumento financiero que, aunque menos conocido que otras formas de deuda, juega un papel importanto como fuente de financiación para empresas. Al igual que las demás deudas, la deuda subordinada es un compromiso que la empresa adquiere para obtener fondos, pero a diferencia de la deuda tradicional, tiene un nivel de riesgo elevado para los prestamistas. Esto se debe a que ocupa una posición inferior en la jerarquía de pagos en caso de liquidación.
Desde Vannilo, abordaremos en detalle qué es la deuda subordinada, sus características fundamentales, cómo se estructura, las ventajas que ofrece a las empresas y los inversionistas, así como los riesgos involucrados.
Definición y características de la deuda subordinada
La deuda subordinada es un tipo de financiamiento que, al momento de un incumplimiento de pago o liquidación, se paga después de que se haya cumplido con los compromisos de la deuda senior o de mayor prioridad. Es decir, si una empresa entra en quiebra, los tenedores de deuda subordinada solo recibirán su parte después de que los acreedores más prioritarios hayan sido remunerados. Esta condición de “último en ser pagado” la convierte en una opción más riesgosa para los prestamistas privados.
Riesgo elevado y mayor rendimiento
Este tipo de deuda atrae a inversionistas dispuestos a asumir un riesgo más alto a cambio de un rendimiento potencialmente más alto. Debido a su baja prioridad en el pago, la deuda subordinada generalmente ofrece tasas de interés superiores a las de la deuda senior, compensando el mayor riesgo de impago.
Sin garantías adicionales
En la mayoría de los casos, la deuda subordinada no está respaldada por activos específicos. Esto significa que, en caso de liquidación, los inversionistas subordinados no pueden reclamar activos específicos de la empresa para cubrir sus pérdidas. Esto la convierte en una opción de inversión más especulativa.
Tipos de deuda subordinada
Aunque la deuda subordinada comparte una característica común —la posición subordinada en la estructura de capital—, existen diferentes formas de estructurarla. Dos de las formas más comunes incluyen:
Deuda subordinada no garantizada
Este tipo de deuda no está respaldada por activos específicos. A pesar de que los tenedores de deuda subordinada no garantizada corren un mayor riesgo de no recuperar su inversión en caso de quiebra, el atractivo para los inversionistas radica en las tasas de interés más altas que generalmente se ofrecen. Este tipo de deuda se usa más comúnmente cuando las empresas tienen un buen historial crediticio pero necesitan capital adicional.
Deuda subordinada garantizada
Aunque menos común, la deuda subordinada también puede estar respaldada por activos específicos de la empresa, como propiedades o equipos. Si bien sigue estando en una posición subordinada, los inversionistas tienen algo de seguridad adicional, ya que pueden reclamar esos activos en caso de impago. No obstante, estos activos estarán sujetos a los reclamos de los prestamistas de deuda senior antes que a los de los prestamistas subordinados.
¿Por qué las empresas recurren a la deuda subordinada?
Las empresas a menudo optan por emitir deuda subordinada por varias razones, siendo la principal el acceso a prestamos de capital privado adicional sin diluir la propiedad de la empresa. Estas son algunas de las razones por las cuales las empresas eligen este tipo de financiamiento:
Financiamiento sin diluir la propiedad
A diferencia de la emisión de acciones, que requiere que los accionistas cedan una parte de la propiedad de la empresa, la deuda subordinada permite a las empresas obtener capital sin perder control. Esto es atractivo para los fundadores o directores que prefieren mantener el control operativo sin tener que compartir decisiones estratégicas con nuevos accionistas.
Condiciones más flexibles
La deuda subordinada tiende a ser más flexible que otros tipos de deuda. Las empresas pueden estructurar los pagos de manera que se ajusten a sus necesidades de flujo de caja, negociando condiciones específicas con los inversionistas. Esto les permite financiar proyectos sin comprometer su capacidad operativa o tomar decisiones restrictivas que puedan limitar su crecimiento.

Ventajas de la deuda subordinada
Rentabilidad para los inversionistas
Los inversionistas que se arriesgan al adquirir deuda subordinada obtienen un rendimiento más alto en comparación con otras formas de deuda. Las tasas de interés más altas compensan el riesgo de impago, lo que atrae a inversionistas que buscan rendimientos superiores a los de los instrumentos más seguros.
Flexibilidad para las empresas
La deuda subordinada otorga a las empresas una mayor flexibilidad operativa, ya que pueden adaptar las condiciones del financiamiento a sus necesidades y circunstancias específicas. Además, este tipo de deuda no suele implicar la imposición de restricciones estrictas sobre las operaciones de la empresa, a diferencia de los préstamos tradicionales.
Menor impacto en la estructura accionarial
Al optar por deuda subordinada en lugar de emitir más acciones, las empresas pueden financiarse sin diluir el porcentaje de participación de los accionistas existentes. Esto puede ser crucial para preservar la influencia de los actuales propietarios en la toma de decisiones estratégicas.
Desventajas de la deuda subordinada
Alto riesgo para los inversionistas
El riesgo más evidente asociado con la deuda subordinada es que los inversionistas enfrentan una alta probabilidad de no recuperar su inversión si la empresa entra en quiebra. Esto se debe a la baja prioridad de pago, lo que hace que este tipo de deuda sea adecuado solo para inversionistas dispuestos a asumir riesgos elevados.
Costos financieros para la empresa
Aunque las empresas tienen acceso a capital adicional mediante la emisión de deuda subordinada, deben tener en cuenta los costos de los pagos de intereses más altos. Estos costos pueden afectar la rentabilidad de la empresa, especialmente si los ingresos no cumplen con las expectativas.
Posibles restricciones impuestas
Dependiendo de los términos del acuerdo, los inversionistas en deuda subordinada pueden imponer ciertas restricciones a la empresa, lo que limita su capacidad para tomar decisiones estratégicas o asumir nueva deuda. Estas restricciones pueden influir en la capacidad de la empresa para operar con libertad.
Consideraciones finales
La deuda subordinada es una herramienta de financiamiento valiosa tanto para las empresas que buscan acceso a capital adicional como para los inversionistas que están dispuestos a asumir riesgos elevados a cambio de mayores rendimientos.
Aunque ofrece una serie de ventajas, como flexibilidad y una fuente de financiamiento sin diluir la propiedad, también implica un alto riesgo de impago, especialmente si la empresa enfrenta dificultades financieras.
Las empresas deben considerar cuidadosamente los costos y las posibles restricciones asociadas con este tipo de deuda antes de optar por ella como una solución de financiamiento.
Referencias:
- Deuda subordinada financiera: ¿qué es y por qué gusta tanto a los gestores? FUNDSPEOPLE. Disponible en: https://fundspeople.com/es/glosario/que-es-la-deuda-subordinada-financiera/
- Deuda subordinada: concepto básico. Navas & Cusí. Disponible en: https://www.navascusi.com/deuda-subordinada-concepto-basico/